“Amores como el nuestro quedan ya muy pocos”. Reza la letra de la canción de Jerry Rivera (popularizada por Los Charros) y tranquilamente podría describir lo que fue la historia de Carlos Pascual con la Selección Argentina. El hincha cariñosamente conocido como “Tula”, falleció ayer a los 83 años, tras luchar varios meses con una enfermedad terminal. Su última aparición pública se dio en febrero del año pasado en París, para recibir el premio The Best a la Mejor Hinchada en representación a los fanáticos argentinos durante el Mundial de Qatar.
Nacido el 11 de septiembre de 1940, Pascual, también reconocido seguidor de Rosario Central, se ganó la definición de “Hincha de la Selección” debido a un curioso y llamativo dato: desde 1974 que no se perdía ningún Mundial de la “albiceleste”.
En barco, avión o tren, “Tula” recorrió Argentina y el mundo. Estuvo en las coronaciones del 78’, México 1986 y, con 82 años no quiso perderse la tercera estrella, que tuvo a Lionel Messi como principal protagonista.
“El primer bombo que entró en un campeonato mundial soy yo. Hice reportajes para todo el mundo, salí en todos los diarios más famosos. Después de cuatro años, en el 78’, todos copiaron mi bombo. Imagínate el orgullo para mí, pero el primer bombo de la historia soy yo”, había declarado “Tula” hace unos meses en diálogo con Infobae.
Es que la historia de Pascual con su compañero de viaje merece un párrafo aparte.
La figura del mítico bombo, comenzó a ganar notoriedad en 1971, debido a su gran relación con Juan Domingo Perón. El ex presidente de la Nación Argentina, durante su exilio a España, le había regalado el instrumento que tuvo su primera aparición en la cita mundialista de Alemania 1974.
Desde allí, el bombo en el que ya se bordó la tercera estrella, recorrió las tribunas de los estadios más recónditos del mundo.
A pesar de la alegría que despertaba en cada fanático, “Tula” en su edición 13° del campeonato más importante a nivel selecciones, ya se lo podía ver golpeado físicamente hasta el punto que recorría las calles de Medio Oriente en una silla de ruedas o con bastón. Eso sí, siempre lo hacía acompañado de otros hinchas y sobre todo de Yuri, un amigo que conoció durante el Mundial de Rusia 2018.
Su estado de salud no era el mejor para seguir acompañando a la Selección, pero “Tula” se basó en los fundamentos del peronismo para seguir adelante. “Primero la patria, segundo el movimiento, por último el hombre”, se podía leer como frase de cabecera en el bombo junto a una gran calcomanía de Evita en uno de los costados.
Luego de la consagración de los dirigidos por Lionel Scaloni en Qatar, “Tula” volvió a la escena para poner su nombre en los libros de historia.
La FIFA desde 2016 premia a la “mejor afición” en la gala The Best. Esta distinción puede ser otorgada de manera individual o a una parcialidad general. Tal cómo sucedió en esta última ocasión con “Tula”, quien representó a la hinchada “albiceleste”.
“Estoy muy contento porque nos llevamos todos los premios. Yo estuve en los tres mundiales que fuimos campeones. Pero esto es emocionante. Soy pobre, pero he viajado por todo el mundo”, fueron las palabras de “Tula” en la gala que se realizó en Francia en alusión a los premios que recibieron Messi, Scaloni y Emiliano “Dibu” Martínez.
“La Argentina estaba un poco triste y ustedes, muchachos de la Selección, le dieron una alegría inmensa al pueblo... Estoy emocionado”, concluyó su discurso el hincha de 82 años, quien cantó “Argentina, Argentina”, por supuesto, acompañado de su bombo.
Con el paso de los meses, fue intervenido quirúrgicamente, su cuadro empeoró y ayer fue el desenlace. Sin embargo, no quedan dudas que el bombo de “Tula” seguirá sonando en cada cancha del país y del mundo.